miércoles, 3 de junio de 2009

Madre Sol

En muchas culturas, las religiones solares tambièn fueron femeninas, como en el caso de los antiguos nòrdicos, nuestros cercanos tobas y los enigmàticos japoneses, que aùn conservan el sìmbolo de la madre Amaterasu, en el sol rojo que flamea en el centro de su bandera.
ese fuego es el mismo que perdurò en el hogar sagrado de Hestia/Vesta, en Grecia y Roma, y de Brighid, en las Islas Britànicas. Y el mismo fuego del volcàn de Pele, que dio origen a la isla de Hawai por medio de sus vilentas erupciones. Es que las fuerzas creadoras tienen en sì mismas este poder de crear y destruir. en el antiguo Egipto, Sejmet y Bast eran los dos aspectos del Sol antes de la llegada de Ra, quien fue luego considerado el padre de ambas. Mientras Sejmet representaba al ardiente y quemante Sol del desierto, su hermana Bast encarnaba los aspectos càlidos y nutricios que permitìan el crecimiento de las plantas y, en general, la vida.
La toba Aquehua contenìa en sì ambas cualidades. Al revès de las Diosas del Hemisferio Norte, ella envejecìa durante el verano, ya que demoraba mucho màs tiempo en recorrer el cielo, con lo cual los dìas se hacìan mucho màs largos. Amaterasu, en cambio. representaba el Sol naciente, la càlida madre que posibilitaba el crecimiento de los cultivos, con su abrazo amoroso. Se dice que aùn hoy se conserva la costumbre de que el emperador sea coronado luego de unirse en matrimonio sagrado(y secreto) con una de las sacerdotisas de esta Diosa. Sin este ritual, el monarca no contarà con su bendiciòn para gobernar sus dominios.
En alemàn, la palabra "Sol" es femenina, como una muestra fuerte del antiguo poder de la Diosa nòrdica Dag, cuyo nombre es tambièn el de la runa "Dagaz", que significa "Luz del dìa" y representa el fuego ritual del hogar y la luz mìstica percibida por quienes practican las artes de la magia. Otro nombre de esta misma divinidad lo encontramos en Eostre, Diosa de la fertilidad, la agricultura y la primavera, quien traìa de vuelta los tibios rayos que se habìan sumido en la oscuridad durante el invierno. Ella renovaba la vida y era tambièn la que proporcionaba los huevos al conejo de pascua, para que los entregara a los "niños buenos" durante la celebraciòn de "ostara". Al igual que Brighid, ambas eran reprensentadas como niñas adolecentes, simbolizando la promesa de la vida y el crecimiento, a lo largo de la rueda del año.
Los Rostros de la Diosa, Sandra Romàn Editorial kier
Futhark. Manual de Magia Runa. Edred Thorsson. Humanitas. Barcelona

1 comentario:

  1. Está muy interesante ese libro... con los fragmentos que he leído me dan ganas de tenerlo :)

    ResponderEliminar